lunes, 28 de junio de 2010





EXPEDICIÓN 1955

En 1955 un grupo de expedicionarios de distintos países, dirigidos por el noruego Thor Hayerdhal, visitaron la isla Rapanui, más conocida por el mundo occidental, como Isla de Pascua, con la intención de validar diferentes hipótesis del poblamiento americano. Desde el puerto del Callao, la expedición de Hayerdhal, emprende la aventura con la intención de querer comprobar la existencia de rutas marítimas de navegación, que pudieran comunicar las islas de la polinesia con Mesoamerica.

Aunque las teorías de Hayerdhal nunca fueron comprobadas por la legitimación científica, su aporte fue el de trabajar con arqueólogos como William Malloy, que aportaron en crear un modelo de restauración patrimonial que permitiría hasta el día de hoy, sustentar y conservar los principales Ahus o plataformas ceremoniales de los Moai, poniendo en valor y conciencia la fragilidad del patrimonio arqueológico de la isla, como también difundir al mundo entero, por medio de su novela Aku-Aku, la espectacularidad de sus diversas expresiones artísticas y los exóticos paisajes de la isla de Pascua.

La incorporación de la población Rapanui a los trabajos realizados por la expedición Noruega, fueron claves para Hayerdhal, ya que por medio de los testimonios orales y la memoria colectiva de la población, lograba obtener la información necesaria para reproducir la construcción, el traslado y el levantamiento de los Moais.

Los isleños también trabajaron como mano de obra para Hayerdhal, el Kontiki como lo llamaban los nativos, el que pagaba con telas, cigarros, alimentos y dinero. Al mismo tiempo, muchos de estos trabajadores aprovecharon de comercializar con la tripulación Noruega, pequeñas esculturas de piedras que representaban las deidades ancestrales de la mitología Rapanui, las llamadas “piedras de caverna”. Estas pequeñas esculturas talladas en piedra, eran vendidas como objetos sagrados heredados de sus ancestros, que se habrían fabricado artesanalmente con el motivo de proteger las cavernas familiares. Sin embargo muchas de estas esculturas de piedra, no eran necesariamente ancestrales, sino que los mismos isleños que trabajaron para la expedición de 1955, durante su tiempo libre, se dedicaban a tallar para posteriormente ser comercializadas a la expedición. La explicación a esta conducta de los trabajadores Rapanui se debe principalmente, porque a la llegada de la expedición de Hayerdhal a la isla en 1955, la población Rapanui se encontraba en una situación de pobreza, momento histórico post traumático para la mayoría de la comunidad, producto de la esclavitud del guano y la explotación de la industria ovejera, que se instaló por más de cincuenta años en la isla, generando un impacto al ecosistema y demografía de la isla que hasta el día de hoy se reciente.

Ver "Vaero Roa" de Te Pou Huke. Comics de historieta que relata la llegada del Rey Hotu matua a Rapa nui